La adjetivación es el proceso según el cual un sustantivo -o cualquier elemento o partícula sustantivada- es calificado o determinado por medio de la adición de un adjetivo. La adjetivación puede darse de maneras diferentes, pero siempre supone un añadido de información a un elemento previo. Para entenderla bien, hemos de saber lo que es un adjetivo, y de qué manera puede éste relacionarse con el sustantivo o elemento sustantivado al que acompaña.
En gramática, el adjetivo -a veces llamado “nombre adjetivo”- es la parte variable de la oración que se junta al sustantivo o palabra sustantivada para calificarlo o determinarlo. Y esas dos funciones -calificación y determinación- son a grandes rasgos las que definen los dos grandes tipos de adjetivos que existen, a saber: los adjetivos calificativos y los adjetivos determinativos -también llamados adjetivos demostrativos. EJEMPLO:
DICCIONARIO DE LOS COLORES
Según los indios que sobreviven a orillas del río Paraguay, el plumaje da colores y poderes.
- Las plumas verdes del loro no sólo regalan señorío al cuerpo que las luce: además, transmiten vida a las plantas moribundas.
- Si no fuera por las plumas rosadas de un ave llamada espátula, la tuna no daría frutos.
- Las plumas negras del pato son buenas contra el mal humor.
- Las plumas blancas de las cigüeñas ahuyentan las plagas.
- El guacamayo ofrece plumas rojas para llamar a la lluvia, y plumas amarillas para atraer las buenas noticias.
- Y las plumas grises del avestruz, que tan tristes parecen, dan brío al canto humano.
NOTA: El autor enriqueció su texto con una serie de adjetivos que expresan color para darle mayor relevancia a cada palabra de la oración que se tenía.

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